sábado, 28 de noviembre de 2009

IV

Qué burda necesidad la nuestra de sentirnos indispensables,
que se corresponde tan sólo con un poco de cariño
del menos buscado, o del amor más sentido y loco.
¿Qué sería de mí si consiguiera vivir por siempre,
si la memoria fuera eterna?
Quizás dejaría de tratar de convencerme,
de qué cosas no valen la pena, y nunca la merecieron,
porque el tiempo sería suficiente para averigüarlo
y callar las voces que por las noches me frecuentan
para deleitarse desgarrándome el pecho,
y nutrirse de mi desdicha.

Si tuviera siempre la oportunidad de abrirte mi corazón,
ya no tendría motivo para arrepentirme de mi cobardía
si los ecos del pasado se borraran como tu nombre en la arena...

Si esto ocurriese,
nuestra historia perdería trágicamente su llama
mis sueños te guardarían en algún recóndito espacio
para que alguna vez pudiera hallarte intacta,
como la dulce niña que recorría las páginas
de los más osados autores en busca de respuestas
hasta convertirse en una muejer;

olvidaría pasar las noches en vilo, queriendo descifrar
lo que tus ojos dicen
para dormir finalmente con una vaga tranquilidad
que sólo dura hasta la noche siguiente.
Perdería el vuelo, tu voz no tendría la misma intensidad.
Si no tuviera la incertidumbre de saber si nos volveremos a ver
las flores despojadas en tu nombre
habrían muerto tristemente sin razón
perdería la esencia de tu felicidad, la odiaría.
y no conseguiría escabullirme ya más en tus pensamientos
no podría entrometerme en tus sueños para estar juntos.
Si fuera para siempre perdería tambien
algo más que tu esencia.
Perdería un lugar, nuestro lugar,
en el cuál moran nuestras psiques cuando no hallan consuelo
en la monotonía consuetudinaria,
ahí dónde dos corazones se amalgaman
en un verso compartido tiempo atrás.

Si no te perdiera perdería algo más importante
incluso, que la misma vida.
Perdería la pasión con la que he aprendido a vivir
todo el tiempo, la pasión inscrita en mi mente,
el frenesí que me arrebata al recordar una historia fantasma
y saber que es real, que existe, que vive...
es casi como la prueba que todos los infames buscan y
quieren evidenciar sin resignarse a la verdad, "No existe".
Y aunque no pueda atribuir a ninguna deidad
lo insano de mi situación, si llegara a perderte
solo quisiera corresponderte con estas simples palabras.

......... ...--CHB--

1 comentario:

  1. nooooo!! yo se quien escribio esto, fuiste vos chiquitin, te felicito querido, esta increiblemente bueno :)
    -Raul Fontanarrosa-

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